jean arp
los látigos chasquean y de las montañas descienden las sombras bien peinadas de los pastores
los huevos negros y los cascabeles de los locos caen de los árboles
las tempestades y los bombos y los tambores brotan de las orejas de los asnos
las alas rozan las flores
las fuentes se mueven en los ojos de los jabalíes.
«…Tzara sabía unir el lirismo a la agresión, la polémica al canto del ruiseñor. Pese a su cólera bíblica contra el arte como tal, le era imposible no servirlo cuando le prestaba su voz, y los poemas surgían como otras tantas flores frescas de su boca Dadá, sin que experimentara la menor vergüenza por sus contradicciones…».
POEMA DE TRISTAN TZARA
cinco negras en un auto
han explotado siguiendo la dierección de mis 5 dedos
cuando poso la mano sobre el pecho para rogar a Dios (a veces)
alrededor de mi cabeza está la luz húmeda de viejos pájaros lunares
la aureola verde de los santos alrededor de las evasiones cerebrarles
tralalalalalalalalalalala
que ahora se ve reventar en los obuses
«…Para nosotros el azar era el procedimiento mágico que nos permitía trasponer las barreras de la causalidad y de la expresión consciente, tornando más aguda la percepción y la visión interior hasta llegar a una nueva cadena de ideas y experiencias. El azar era para nosotros el subconsciente que Freud había descubierto en 1900…».
Hans Ritcher, Historia del Dadaísmo, Nueva Visión, 1973