16.2.07

ANTONIN ARTAUD

¿Fue el definitivo fracaso del intento del arte por cambiar el mundo?
¿El hombre que construyó una obra monumental basándose en la imposibilidad de escribir? ¿El intelecto derrotado agonizando en un cuerpo que se le negaba siempre? ¿Otro héroe de la cultura del sufrimiento? Y aún así la denuncia, el ataque más frontal dirigido por artista alguno contra las instituciones. Un desafío para la literatura, la psiquiatría y la razón occidental. Un viaje alucinado y enfermo desde su temprana melancolía al electroshock.

«No me parece que lo más urgente sea defender una cultura cuya existencia nunca ha liberado a un hombre de la preocupación de vivir mejor y de tener hambre, sino extraer de aquello que se llama cultura ideas cuya fuerza viviente es idéntica a la del hambre...»
ANTONIN ARTAUD


«Si soy poeta o actor, no es para declamar poesías sino para vivirlas. Cuando recito un poema no lo hago para ser aplaudido, sino para sentir cuerpos de hombres o mujeres, digo cuerpos, temblar y vibrar al unísono del mío, virar como se vira, de la obtusa contemplación del buda sentado, muslos instalados y sexo gratuito, a la materialización corporal y real de un ser integral de poesía».
ANTONIN ARTAUD


Se puede proclamar la buena salud mental de Artaud que durante toda su vida no hizo más que GRITAR desde su muerte y fuera de esto no pasó de largas internaciones en neuropsiquiátricos, la aniquilación del electroshock, los viajes en misión divina, el tormento de vivir en un cuerpo que a cada momento era devastado por el dolor y aún así seguir
GRITANDO
en un mundo donde Rimbaud había manifestado que «el poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razonado desajuste de todos los sentidos»; bien, no fue necesario seguir tal blasfemo postulado pues el señor Antonin Artaud nació, vivió y se consumió en este estado de gracia, de horror, de thriller metafísico, de DESAJUSTE y VIDENCIA.

A la tierna edad en que termina sus estudios secundarios, quema todos sus escritos y reparte sus libros entre sus amigos, crisis que le vale su primera internación en Marsella, ciudad donde nació el 4 de septiembre de 1896. De pequeño sufre una meningitis que le provoca daños irreparables. A los 19 años comienza la ingestión de láudano y opio. De aquí en más las drogas y las internaciones sólo lo abandonarán
esporádicamente.

En 1924 toma contacto con los surrealistas, habiéndole escrito antes a su editor «yo no estoy a mi propia altura, lo sé» y en su primera publicación deja en claro algunas cosas:

«Allí donde otros proponen obras yo no pretendo otra cosa que mostrar mi espíritu.
La vida consiste en arder en preguntas.
No concibo la obra separada de la vida»

En su diario de infierno anota:
«Llevo el estigma de una muerte apremiante
donde la muerte verdadera no supone terror para mí»

«He elegido el dominio del dolor y la sombra, como otros
el de la irradiación y la materia»

En el Artaud joven que hace papeles en cine, sólo delatan su tormento cierta tensión en sus rasgos bien definidos y la melancolía sin retorno de su mirada. Es expulsado del movimiento surrealista en 1926, donde ENCARNABA (nunca mejor usada esta palabra) lo que de más oscuro había en ellos. En medio de violentas discusiones y manifiestos cruzados, sólo tiempo más tarde se reconciliará con André Bretón, quién dirá al final «al igual que el grito de Munch, la juventud reconocerá como suya esta bandera calcinada».

ARTAUD Y EL TEATRO

No deja de asombrar que quien se comunicó desde el dolor, la hipocondría, la impotencia y el delirio haya producido textos tan revulsivos y lúcidos como EL TEATRO Y SU DOBLE (1934), avisándonos que un arte que no fuera en toda medida imprescindible no era arte, protestando contra la idea de una cultura separada de la vida.
«Ante todo importa admitir que, al igual que la peste, el teatro es un delirio, y es contagioso».
Jacques Derrida ha enumerado «los temas que son sin duda ajenos al TEATRO DE LA CRUELDAD» distinguiéndo seis HORRORES para el Artaud ideólogo del teatro: todo teatro no sagrado, todo teatro que privilegie el dominio secular del verbo, todo teatro que se manifieste como específico recuerdo significativo, todo teatro de distanciación, todo teatro no político en el sentido de ser incapaz de orientar la labor transformadora del espíritu subyugado y todo teatro ideológico en tanto espectáculo de comunicación orientado y fervorosamente dispuesto a la transmisión de un mensaje.
Se levanta contra el teatro que ha roto con el espíritu de anarquía profunda que es raíz de toda poesía. Escribe:
«Hay que terminar con esta superstición de los textos y de la poesía escrita. La poesía vale una vez, y hay que destruirla luego. Que los poetas muertos dejen lugar a los otros.»
«Si el teatro esencial es como la peste, no es porque sea contagioso, sino porque es, como la peste, la revelación, la presentación, la impulsión hacia el exterior de un fondo de crueldad latente por el cual se localiza en un individuo o en un pueblo todas las posibilidades perversas del espíritu... Es el tiempo del mal, el triunfo de las fuerzas negras que una fuerza aún más profunda alimenta hasta la extinción.»

CEMENTERIO CLUB (algunos textos conyugales)

«Desde hace cinco dias no vivo mas por tu culpa, por culpa de tus cartas estupidas, por tus cartas de sexo y no de espiritu"
«Cada una de tus cartas acrecienta la incomprension y la estrechez de espiritu de las precedentes; como todas las mujeres juzgas con tu sexo, no con tu pensamiento».
La unica relacion sentimental duradera de Artaud fue con la actriz Genica Athanasiou, a quien conocio en 1921. Ella no soportaba las adicciones de Artaud y sus constantes caidas quedan testimoniadas en una larga correspondencia.
«Yo, yo me inundo la espalda de tintura de yodo, sufro, gimo, siento que no puedo tenerme en pie, vuelvo a cambiar, me siento, me acuesto, me levanto, estoy excitado, velo, duermo, temo el reposo, temo la fatiga, temo el ruido, temo el silencio, mis miembros se van, mis miembros regresan y permanezco asi en una inestabilidad espantosa, despojado de mi mismo, despojado de la vida, desesperado de no poder salir de todo esto. »

En 1933 conoce a la mítica Anais Nin que deja este textimonio: «...en aquel instante ví, en sus ojos, que estaba loco y que yo amaba su locura. Miré sus labios, con los bordes oscurecidos por el láudano, unos labios que no quería besar. Ser besada por Artaud era ser arrastrada hacia la muerte, hacia la locura. Y yo sabía que él deseaba que el amor de una mujer le devolviera la vida, lo reencarnara, lo hiciera volver a nacer, le diera calor, pero que la irrealidad de su vida haría imposible un amor humano...»

Artaud besa los labios de la derrota del mundo.

LOS VIAJES

Ante el fracaso de la puesta en escena del teatro de la crueldad, parte hacia México, en busca del nuevo hombre, EL PENSAMIENTO SALVAJE.
«La cultura racionalista de Europa ha fallado y yo he venido a la tierra de México a buscar las bases de una cultura mágica, que puede aún resurgir de las fuerzas del suelo indio».
«Los ritos y las danzas sagradas de los indios son la más bella forma posible del teatro y la única que en realidad puede justificarse».
Pasa una temporada en las montañas con la tribu de los Tarahumara, donde participa del rito del peyote. En su sed de absoluto, algo se quiebra definitivamente y comienza a disolverse como un tao enfermo.
En 1937 recorre las calles de París con un bastón que le han regalado, profetizando el apocalipsis. Testimonia André Frank:
«parecía obsesionado con el presentimiento de los dramas que se preparaban -y que él conocía- El cielo desciende sobre esta parte del mundo -decía- Hay que partir... «¡Sólo algunos justos serán perdonados!»
Se levanta de un banquete organizado por una casa editorial con los rasgos tensos y los cabellos negros cayéndole a los costados del rostro. Pronuncia:
«Dígales, André Frank, que ya son cadáveres, y que no se despertarán jamás de entre los muertos.»
Parte con su bastón hacia Irlanda en lo que considera una misión divina. Le anuncia a Anne Manson «debo revelarle ahora que dentro de algunos días hablaré en nombre de Dios».
CREE que su bastón es el báculo de San Patricio y deambula por las calles entre prédicas e insultos. Es golpeado y arrestado. Piensa que el ataque de la policía responde al intento de impedir que revele los secretos del mundo. Es repatriado e intenta tirarse del barco. Refiere reiteradamente que, cuando desembarca en El Havre, estalla una revuelta en la que André Bretón muere en el intento de salvarle la vida. No deja de ser contradictorio y conmovedor, que cierta vez, ante la pregunta de Artaud al mismo Bretón acerca de la autenticidad de estos hechos, el padre del surrealismo los niegue. «Apenas lo hice sus ojos se llenaron de lágrimas» cuenta.
Y es aquí donde comienza su peor viaje. 17 días con camisa de fuerza en St. Anne, los primeros sometimientos a electroshock, Ville Evrard y el diagnóstico de incurable, violentamente antisocial, paranoico y delirante.

RODEZ, EL VIAJE MISTICO, EL OTRO VIAJE

Permanece en este hospicio desde febrero de 1943 hasta mayo de 1946 encerrado, según sus palabras, por «esta voluntad de apocalipsis». En una Europa en guerra duele imaginar las inexistentes condiciones de higiene, la absoluta miseria a la que están sometidos los internados. Escribe:
«Rodez, donde hace ocho siglos murió la virgen María defendiendo a Dios, y todo lo que queda de bueno en este lado de la tierra está aquí».
En una carta a Fréderic Delanglade:
«sabe que me encuentro en el centro de una espantosa batalla en la que el cielo y el infierno no cesan de enfrentarse a cualquier hora del día y la noche».
«Le digo, y es la razón esencial de querer escribirle, que los tiempos anunciados en el Apocalipsis de San Juan están próximos y que ha llegado el momento en que el Anticristo encarnación humana del Pecado erigido contra Dios va a manifestarse al mundo».
«Todos los hombres cargan con la pena y el pecado de retener en un Asilo de Alienados a un hombre para alimentarse con su vida y sus vísceras».
Y luego de su conversión, donde dice que «declamar un poema es como orar», reniega de su particular cristianismo y aparece el Artaud furibundo de LE MOMO y PARA ACABAR DE UNA VEZ CON EL JUICIO DE DIOS. Los reclamos jamás satisfechos del enfermo han dado paso a la idea de una conspiración en su contra. Tampoco sus plegarias fueron escuchadas. Artaud, quien puso su cuerpo en juego como ningún otro artista (con la excepción de Van Gogh, a quien no casualmente dedicó su última obra) también reniega de la sexualidad y escribe:

«Yo, Antonin Artaud,
soy mi hijo,
mi padre, mi madrre
y yo»


IVRY, LA CONSUMACION

«En el momento de escribir estas lineas veo el rojo rostro ensangrentado del pintor venir hacia mí en una muralla de girasoles desplomados»
«Nunca nadie ha escrito o pintado, esculpido, modelado, construído, inventado sino para salir realmente del infierno».
«¿Y qué es un alienado auténtico? Es un hombre que prefirió volverse loco en el sentido socialmente admitido, antes que prevaricar contra determinada idea superior del honor humano.»
(fragmentos de Vang Gogh, el suicidado por la sociedad, 1947)

Artaud muere el 4 de marzo de 1948. A los pies de su cama, en su mano un zapato y en su cuello una larga bufanda roja. Su voz de pájaro herido, su ALARIDO aún denuncia el error de este mundo a la luna de los lobos.

Los libros, los textos, las revistas son tumbas,
tumbas que profanar al fin.
Así no viviremos eternamente rodeados de muertos
y de la muerte.
Si en alguna parte hay prejuicios,
hay que destruirlos,
el deber
digo bien
EL DEBER
del escritor, del poeta
no consiste en irse a encerrar cobardemente en un texto,
un libro, una revista de donde nunca más saldrá
sino por el contrario, salir
fuera
para sacudir,
para atacar
al espíritu público,
de lo contrario
¿para qué sirve?
¿Y por qué ha nacido?



El Artaud liberado lejos está de ser un hombre vencido. Es un ente furioso donde su cuerpo, justamente su cuerpo, ha sido profanado, ha sido convertido en una geografía de cataclismos, es lo que sobrevivió a su cruzada contra un mundo de palabras que jamás le han salvado la vida a NADIE, contra la cárcel del lenguaje incapaz de comunicar la definitiva REVELACION del espíritu, contra un ARTE MASTURBATORIO de museos y bibliotecas, contra una cultura congelada y no en MOVIMIENTO, contra la dictadura de la inútil razón bienpensante de occidente. ¿Dónde está la escritura con sangre de Nietzsche, el ritual sublime del arte, capaz de redimir al hombre, de transformarlo, de golpearlo físicamente, de DESPERTARLO?

Post Scriptum:
Quiero quejarme por haber encontrado en el electroshocK
a muertos que no hubiese deseado ver.
(...) Pregunto tan solo: por que?

Bibliografía esencial.
El ombligo de los limbos.(1925)
El pesanervios.(1925)
Heliogábalo, o el anarquista coronado.(1934)
El teatro y su doble.(1938)
Viaje al país de los Tarahumara.(1945)
Cartas de Rodez.(1946)
Artaud Le Momo.(1947)
Van Gogh, el suicidado por la sociedad.(1947)

© JAVIER GALARZA


UNA ULTIMA PREGUNTA DE ARTAUD
«No había ya teatro cuando nos conocimos, pero nos levantamos contra el teatro. Hoy, la pregunta por el teatro no se plantea siquiera. Van Gogh había suprimido aquella por la pintura. No hay más pregunta. Solo quedan palabras...
¿Quién encadenará el sol de Van Gogh?»

(Dedicatoria de Artaud a Andre Frank, escrito en tinta verde en un ejemplar de Van Gogh o el suicidado por la sociedad)


UN ANALISIS DE JACQUES DERRIDA: ARTAUD, LA ESCRITURA Y DIOS

«...El teatro de la crueldad no es una representación. Es la vida misma en lo que tiene de irrepresentable...
La forma más ingenua de la representación ¿no es la mimesis? Como Nietzsche, Artaud quiere terminar con el concepto representativo del arte:
con la estética aristotélica: «El arte no es la imitación de la vida sino que la vida es la imitación de un principio trascendente con el cual el arte nos vuelve a poner en comunicación...»

«...tuve que tratar de pensar lo que esta experiencia de «no tener nada qué decir» antes de escribir tenía de esencial para toda escritura. En cierta forma, la responsabilidad de la escritura, de lo que llamamos creación en general, se vive como algo hueco, proveniente de un vacío... de tal forma que, en el fondo, lo que habría que decir no existiría antes del acto de decir; porque si el contenido de lo que estuviera por decirse fuera previo, no habría, por un lado, responsabilidad qué asumir, no habría riesgo...»

«... Artaud interpela a Dios, se dirige a él de manera provocadora, enfrentándolo o dándole la espalda. Lo cual tiene sus efectos no quiero llamarlos «ateológicos», porque implicaría una serie de cosas que no tienen relación con Artaud—, sino efectos de exterminio sobre lo que el nombre de Dios originó, sobre aquello que ha sido nombrado Dios en la tradición cristiana occidental.
¿Para un mundo sin Dios? ¿O para un mundo con un Dios radicalmente distinto?
La pregunta queda. »

11 comentarios:

silvia camerotto dijo...

aún intento comprender los 'espolones'... pero digo sí a un mundo radicalmente distinto.

ema déborah finzi dijo...

Impresiona todo esto. Artaud, Kakfa, Vallejo, Buñuel entre tantos otros. Vallejo había escrito "oxidente", así con "x", esa herrumbre, ese orín del hierro del pensamiento/acción de la racionalidad occidental, esa maquinaria de aniquilación pre-vista y pre-dicha por Artaud (y K. y V.), quien, por otra parte, hubiera escrito esa misma palabra, así deletreada.
abrazo,
e.

Javier Galarza dijo...

hola sibila, los espolones de derrida son eso simplemente: precisos estiletes de la escritura nietszcheana. brindo con usted por un mundo distinto, que no hay estructura que no haya nacido para no ser devastada. suyo.

hola eme. en verdad los poetas que menciona sufrieron en sus mismos cuerpos las mutaciones de un siglo que vendría. dieron cuenta de su tiempo un precio muy alto. hace bien en hablar del estallido del DIOS GRAMÁTICA y la alteración de los signos. un abrazo.

Luci dijo...

Excelente blog.


Felicitaciones.

En mi blog dejé un poema de la deconstrucción. "Desconsoladamente"Una lectora me condujo a tu blog (te vi entre los comentaristas) y te encuentro hablando de esto.
La circularidad de los tiempos es obra de la instalación de una energía telepática supongo.

http://premioparalucia.blogspot.com (si querès comprobarlo)

Belnu dijo...

Comprendo el horror de A. Nin, besar a Artaud! Estaba buscando en qué ensayo dice Derrida de Artaud esto:«Con su título definitivo, la grabación de Pour en finir avec le jugement de dieu puede entenderse así como un nuevo discurso ateo, no le presta la palabra al ateísmo, no ofrece el espacio teatral a una lógica filosófica que proclame una vez más la muerte de Dios, para nuestra mayor lasitud. Es la práctica teatral de la crueldad la que, en su acto y en su estructura, habita o más bien produce un espacio no-teológico», ¿lo sabes tú? Gracias...

Javier Galarza dijo...

HOLA LUCÍA, VISITARÉ TU BLOG, QUE VIVAN LAS COINCIDENCIAS.

ZBELNU: EL TEXTO DE DERRIDA QUE BUSCAS ES "EL TEATRO DE LA CRUELDAD Y LA CLAUSURA DE LA REPRESENTACIÓN", TAN ACONSEJABLE COMO EL OTRO ENSAYO DE DERIDA SOBRE EL MISMO AUTOR "LA PALABRA SOPLADA"

Ruben Bike dijo...

Artaud es el escritor mas lucido que conozco... precursor de la glosolalia como recurso literario... no estaria de mas compartir una liga sobre algun documental sobre su vida... es importante conocerlo... Saludos

Gabriel dijo...

Recorriendo tu blog, me encontré con este excelente trabajo sobre Artaud.
Llegué hasta aquí de la mano de Nat.
Saludos,

Gabriel

Noctiluca dijo...

para mí, sin duda, para un mundo con un Dios radicalmente distinto, especialmente si Dios es ante todo la conciencia de lo cósmico, universal, infinito, inexplicable como la energía o el amor

Noctiluca dijo...

no digo lo cósmico como discurso de terapia alternativa, sino lo mágico, la belleza, todo lo que está vivo y existe además de los seres humanos y nuestra limitada comprensión de todo...

Noctiluca dijo...

Me gustó la nota. Ojalá no hubiera sufrido tanto. Sufrir es muy intenso y puede ser una droga, la tranquilidad es siempre más light, y es bella.