Cuando la nieve cae en la ventana, largamente suena la campana del atardecer.
—Georg Trakl —
Escribe Maurice Blanchot en su introducción a Lautreamont y Sade:
Cuando Heidegger comenta los poemas de Holderlin, dice (cito aproximadamente): cualquiera sea la autoridad del comentario, con respecto al poema, debe siempre ser tenido por superfluo,
y el último paso de la interpretación, el más difícil, es el que conduce a desaparecer ante la pura afirmación del poema. Heidegger reitera esta imagen en el ardiente tumulto de la palabra no poética, los poemas son como una campana suspendida al aire libre, y a los que una ligera nevada caída sobre ella alcanzaría a hacer vibrar, roce imperceptible, sin embargo, capaz de estremecerla armoniosamente hasta la disonancia. Quizá el comentario no sea más que un poco de nieve que hace vibrar la campana.
Este es el escrito de Heidegger que cita Blanchot, precedido como muchas otras veces, por unos versos de Holderlin:.
A causa de cosas menudas
destemplada como por nieve estaba
la campana con qué
se toca
para la cena
Quizá toda interpretación de estas poesías es como una nevada en la campana. Por mucho que logre o no logre una interpretación, esto es siempre cierto sobre ella: para que lo puramente poetizado en un poema esté ahí un poco más claramente, debe romperse en cada ocasión el discurso interpretativo y lo que intenta. En atención a lo poetizado, la interpretación del poema debe intentar hacerse superflua a sí misma
*
Ossip Mandelstam aconsejaba destruir los borradores y guardar las notas escritas al margen.
NOTA AL MARGEN
PASTORIL
1.
La luz pálida de la tarde— sobre el cementerio—
tras la iglesia— bajo la llovizna—
nombra la eternidad.
2.
No hay sino olvido. Detenimiento. Belleza del instante vacío
—que es en sí todos los instantes—.
La calma que hace a los momentos sin historia.
3.
Todo se entrega débilmente a la lluvia de los siglos.
PD:
Nevada— Campana— Ruptura del discurso interpretativo —Desaparición —
El mundo se llama a su ocaso—
(Volveremos sobre estos temas)
*
LA LITERATURA Y EL DERECHO A LA MUERTE
LA MIRADA DE ORFEO
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