9.4.11

APUNTES SOBRE LA RELACIÓN ALBERTO GIRRI - ALEJANDRA PIZARNIK


1.

Escribe Alejandra Pizarnik en una carta a Juan Liscano, direnctor de la revista Zona Franca, en una carta fechada el 7 de septiembre de 1965:

...Del mismo modo, y en este caso hay menos entusiasmo juvenil, pues se trata de Alberto Girri, el poeta argentino a quien no necesito presentarte y que acaba de reunir sus libros en un libro titulado “Poemas escogidos”. Sin duda estarás de acuerdo conmigo en que Girri puede seducir o repeler pero es uno de los escasísimos poetas serios, y además es importante en el sentido en que influye en otros, en que hay otros que lo imitan. Girri, como sus poemas, es bastante seco y silencioso. No obstante, días pasados, me asombró su propio ofrecimiento –venido de su propia iniciativa- de hacerle una entrevista para Zona Franca (también él había leído la de Mallea) ¿Te parece que debemos aprovechar este único momento de comunicación tan abiertamente manifestado? Si te parece que sí me dedicaré a preparar el cuestionario...


 2.

Anota Ramón Plaza en El 60, poesía blindada:

...En alguna mesa, hermética, solitaria, de tapadito, Alejandra Pizarnik leía o escribía. Casis siempre estaba sola y era muy difícil abordarla. Se le veía tomando café con Enrique Pezzoni, charlar con Alberto Girri, pero perpetuamente daba la sensación de pertenecer a otro orden, a otro mundo...


 3.

Pizarnik escribe una brillante crítica sobre El ojo, libro crucial de Alberto Girri (Losada, 1964), La crónica se publica en Sur. Alejandra escribe:

...Numerosas son las composiciones de El ojo cuya estructura es interrogativa. Girri pregunta mucho desde sus poemas. Está bien que así sea. No es cierto que la poesía responda a los enigmas, Nada responde a los enigmas.  Pero formularlos desde el poema – como lo hace Girri- es develarlos, es revelarlos, Solo de esta manera el preguntar poético puede volverse respuesta, si nos arriesgamos a que la respuesta sea una pregunta.


4.

En 1973, año posterior al suicidio de Alejandra Pizarnik, Girri edita otro de sus libros memorables: Poesía de observación.  
El volumen cierra su primera parte con este formidable poema, titulado con una fecha, seis días anterior al suicidio de Pizarnik:

19-IX-1972

Desconsuelo
confundido con la irritación,

y enigma
del cerrado ataúd
confundiéndose con súplicas
por recorrer los decisivos pasos
que a nuestra diminuta suicida
empujaron, le correspondieron.

Discreción de un alma
que esconde y se niega
a contar más de sus temores,
a prolongar su deshacerse
en incompatibles acuerdos,
y la vieja promesa, invitación,
de ser testigos con ella
de cuándo y cómo es
que ningún poema jamás termina,
apenas vacío de muerte,
ningún final.


No hay comentarios: